Las últimas horas han sido muy especiales para todo el pueblo Tripero, ya que se confirmó el regreso de un auténtico hijo de la casa, nacido y criado en El Bosquecito, en la Sede Social de calle 4 y en Estancia Chica. Sebastián Ariel Romero, uno de los principales exponentes del sentimiento Tripero, ídolo absoluto y representante albiazul en el mundo, acordó su vínculo como nuevo entrenador de la Reserva del Lobo, cargo en el que será asistido por otro producto íntegro de la familia Mens Sana, Nicolás Cabrera.

Dueño de una capacidad técnica única, de una derecha precisa y, por sobre todas las cosas, de un corazón absolutamente Tripero, Chirola formó parte de la histórica categoría 1978, que tanto se destacó por sus rendimientos colectivos e individuales y también por sus resultados futbolísticos. Su etapa en juveniles fue tan fructífera que obtuvo el premio de participar del Seleccionado Argentino Sub-20 que se consagró campeón mundial en la Copa de Malasia 1997.

Sin embargo, el verdadero sueño de su vida se consumó un año antes, el 10 de diciembre 1996, cuando Carlos Timoteo Griguol lo mandó a la cancha para reemplazar a Gustavo Dueña, ante Lanús. Luego de la consagración en Gimnasia, con Mariano Messera como principal socio tanto dentro como fuera de la cancha, tuvo la chance de convertirse en representante Tripero en Europa, donde defendió las camisetas del Real Betis y el Córdoba en España, el Toulouse en Francia y el Panathinaikos en Grecia. Pero no solo dejó su intachable huella en el club de sus amores, sino que también pasó con gran suceso por Banfield, Racing y Quilmes, superando los 100 partidos en las últimas dos instituciones.

En 2016 volvió al Lobo, donde disputó Copa Sudamericana y alcanzó la cifra de 166 encuentros disputados. Cinco años más tarde, Chirola regresa para aportar sus conocimientos y experiencia en un rol distinto, guiando a los proyectos del Club en el paso previo al debut en Primera División.

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