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La Subcomisión de Cultura homenajeó a las víctimas de la Noche de Los Lápices.

La Plata, 16/9/2020

Por: GELP

Emilce Moler y Gustavo Calotti, ambos detenidos-desaparecidos, sobrevivientes e hinchas de Gimnasia, se unieron en una jornada de reflexión donde contaron sus historias y el vínculo con el Club.

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La Subcomisión de Cultura homenajeó a las víctimas de la Noche de Los Lápices. Emilce Moler y Gustavo Calotti, ambos detenidos-desaparecidos, sobrevivientes e hinchas de Gimnasia, se unieron en una jornada de reflexión donde contaron sus historias y el vínculo con el Club.

A lo largo de septiembre de 1976, durante la última dictadura militar, las fuerzas armadas detuvieron y secuestraron a jóvenes que militaban en la Unión de Estudiantes Secundarios. Ellos fueron: Gustavo Calotti, María Claudia Falcone, Francisco Lopez Muntaner, Daniel Alberto Racero, Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, Horacio Ungaro, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz.

Emilce Moler, que escribió el libro ‘La larga Noche de los Lápices’, recordó a su padre, quién fue socio vitalicio de Gimnasia: “Sentí hacer un gran homenaje para mi viejo, si hablo de él hablo de Gimnasia. Fue el que salió a buscarme, el amor que sentía por su hija fue lo que prevaleció”, sostuvo. Además, detalló cómo fue la experiencia de escribir un libro donde cuenta lo que vivió en su secuestro: “Fue muy liberador para mí escribir este libro, le doy un valor a lo escrito. Decidí tomar un taller de letras y empezar, no pensando en un libro, sino para que le quede a mis hijas/os y nietas”. Por último, habló de su vínculo con el Club: “Cuando tengo que definirme, digo que soy Emilce y soy de Gimnasia. Encontré acá identificación con los más humildes”.

Por su parte, Gustavo Calotti, que reside en Mar del Plata y vivió luego del secuestro y la detención exiliado en Francia, narró cómo fue esa etapa de su vida: “El exilio es una cosa muy difícil y muy dura, lo viví mal. Lo que más anhelaba era volver a mí país. Eso igual no dificultó que pueda hacer mi vida allá. Estudié y formé mi familia. Era muy duro escribir una carta que iba a tardar mucho en llegar y ser respondida”. En tanto, sostuvo que: “Gimnasia está en el corazón, fui socio del Club desde los 10 años. Hacía judo tres veces por semana, iba a la pileta y a la cancha cada quince días, Gimnasia es el recuerdo de mi infancia, lo llevo en mi corazón”.

A 44 años los lápices siguen escribiendo

Memoria, Verdad y Justicia.

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