Patín

“Vivimos para el patín”

La Plata, 7/5/2019

Por: GELP

Lucila Mori, Nahiara Sagui y Julieta Baez clasificaron a la cita máxima del patín nacional que se disputará desde el 13 al 19 de mayo en Neuquén. Las más destacadas patinadoras del Club nos cuentan cómo son, qué sienten y qué significa patinar en el más alto nivel.

Imagen de la novedad

El mes pasado las tres representantes de Gimnasia lograron acceder a través del último clasificatorio para el Torneo Nacional al certamen más importante de la Confederación Argentina de Patín. Todas quedaron entre los primeros puestos de sus categorías y alcanzaron el objetivo, pero detrás de ese logro se acumulan años enteros de entrenamientos, llantos, risas, y sacrificios.

Lucila (12), Nahiara (13) y Julieta (14) comparten, además de seis días a la semana de patinaje, una misma pasión. “Vivimos para el patín”, aseguran. Y son las responsables de que Gimnasia siga estando en los primeros planos de esta disciplina a nivel nacional.  Las tres comenzaron desde bien chiquitas con la actividad y si bien no siempre representaron al Lobo, hoy están convencidas de algo, “Gimnasia es uno de los mejores clubes de patín en La Plata”.

¿Qué sienten cuando patinan?

Lucila: “Si fuera por mi estaría todo el día en patines”.
Nahiara: “Cuando me subo a los patines siento la alegría pura. Es como si estuviera sola en el mundo en ese instante”.
Julieta: “Son 8 ruedas que te lo dan todo”.

¿Cómo es la vida de una patinadora?

Lucila: “Hay dos tipos de patinadoras, las que lo toman como un hobby, y las que somos dedicadas. Faltamos a todos lados para venir a entrenar y no nos arrepentimos nunca de hacerlo”.
Julieta: “Patinamos de lunes a sábados y dos veces por semana vamos también al gimnasio”.

¿Y desde lo mental? ¿Hay un trabajo en eso?

Naiara: “El patín es muy mental. Influye muchísimo estar convencido de lo que haces en tu rutina. Lo psicológico y lo artístico es igual de importante. Además es fundamental descansar y comer bien”.
Julieta: “Por ejemplo esta vez antes de competir lo trabajamos con las profes. Fuimos a un cuartito aparte y nos hizo escribir en una hojita todo lo que sentimos y esperábamos de la competencia. Después hicimos unos trabajos de relajación e imaginarnos nuestras rutinas y figuras. Nos permitió salir con las ideas mucho más claras a competir”.

Para esta última competencia, además, tuvieron que adaptarse por primera vez a un nuevo sistema de puntuación, que pasó de ser comparativo a estructurarse sobre una valoración que conjuga mucho más las distintas facetas de una performance del patín competitivo. Ahí entran en juego los estilos y la estrategia, cuestiones que debieron modificar en su proceso de maduración.

¿Quién define sus coreografías? ¿Tienen estilos determinados?

Lucila: “Nosotras elegimos la canción, las entrenadoras nos arman la coreografía y vos le pones tu toque personal. A mí me gustan las canciones lentas pero que tengan su fuerte. Ahora trato de actuar lo más posible y me gusta trabajar con presión”.
Julieta: “Yo hice mucha danza clásica, tengo ese estilo, jamás patiné una música rápida. Me caracteriza la delicadeza, aunque me cuesta transmitirlo a la cara y por eso siempre sonrío (risas)”.
Nahira: “Ahora cambié mi estilo. Hice un tango remixado, lo siento más y lo actuó mejor que por ahí una música lenta. Siento que encontré mi estilo”.

En el clasificatorio que superaron con éxito clasificaban diez chicas por nivel, tanto en categoría Escuela como en Libre. En la primera, las patinadoras tienen que realizar ciertas figuras preestablecidas durante dos vueltas a la pista con ciertos condimentos de improvisación. En la otra, por su parte, deben representar una coreografía preparada y tienen solo una pasada para llevarla a cabo.

“Son dos minutos de música, dos minutos que te jugás todo”, asienten al unísono. Es una disciplina que convive con la presión y la exigencia, factores que no quedarán de lado en el Torneo Nacional de Neuquén de la semana próxima. Sin embargo, las Triperas intentan vivirlo con tranquilidad, sobre todo una de ellas que tiene muy buenos recuerdos.

¿Qué expectativas tienen para Neuquén?

Julieta: “No me puse a pensar todavía. Va a ser mi segundo Nacional, en el primero fui Campeona aunque en Escuela, ahora voy a competir en Libre.”
Lucila: “Será mi primer experiencia. Tengo mucha incertidumbre de que va a pasar pero al mismo tiempo muchas ganas de que llegue. Voy a cambiar el programa por estrategia y eso no es algo menor en mi cabeza (risas)”.
Nahiara: “Este va a ser mi tercero, quiero pasarla bien y disfrutarlo”.

Sus entrenadoras actuales las destacan por su compromiso, su esfuerzo y su dedicación. Pero también por su humildad, que las hace tener las ideas bien claras y ser muy compañeras además de ser las mejores que hoy por hoy tiene la Institución.

Cuando son consultadas por sus objetivos dentro del patín, y llamativamente a su corta edad, las tres coinciden: “queremos llegar a un mundial y luego dedicarnos a la docencia”. Algo que posiblemente lograrán si continúan este camino, pero que aparece muy lejano ante su desafío más inmediato, cuando desde el 13 al 20 de mayo se vistan de azul y blanco para patinar por Gimnasia en la elite del patín argentino.

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