Sabemos que la del miércoles no será una tarde más en el Bosque. Por eso, elegimos volver todos unidos y unidas para alentar en familia a nuestro querido Lobo.

Como siempre lo hicimos y lo vamos a seguir haciendo.

En el Juan Carmelo Zerillo aprendimos a cantar, a saltar, a llorar y a reír. También a sentir. Es nuestra casa, es el lugar donde nos damos los mejores abrazos con amigos y amigas, con nuestra familia y hasta con desconocidos ante cada gol del Lobo. 

Por eso, este miércoles vayamos en paz y con tranquilidad a alentar más que nunca a Gimnasia. 

¡GIMNASIA UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO!

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