El certamen tuvo lugar en la plataforma Lichess, y los jugadores disponían de tres minutos para completar cada partida, con la suma de 2 segundos con cada movimiento realizado.
Esta celeridad en el juego hizo honor a la que el mismo José Raúl Capablanca practicaba en ocasión de sus célebres exhibiciones. Los testigos de sus extraordinarias actuaciones quedaban asombrados por la extrema velocidad y seguridad con que daba vuelo a sus piezas, superando la comprensión de los espectadores… y de los rivales.
A la convocatoria del ajedrez tripero respondieron 111 ajedrecistas de todo el mundo. Hubo jugadores de Polonia, Turkmenistán, Armenia, India, España, Nicaragua, México, Colombia, Chile, Bolivia, y de Cuba, la patria del inmortal homenajeado.
El primer puesto fue merecidamente obtenido por el ajedrecista Daniel Fernández, el segundo lugar correspondió al ucraniano Aleksander Kolbasin, y completó el podio Matías Alejandro.
El cuarto puesto lo ocupó el joven valor del club, Juan Cruz Mouly, y entre los puestos de vanguardia finalizó también el Maestro FIDE Diego Nedilski, de Lomas de Zamora.

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