Jardín de infantes
Este viernes el Poli fue escenario de un emotivo acto de fin de ciclo del Nivel Educativo inicial de las escuelas del Club, una jornada que reunió a familias, plantel docente, directivos y alumnitos para celebrar el cierre del proyecto institucional 2025.
Este viernes el Polideportivo Víctor Nethol fue escenario de un emotivo acto de fin de ciclo del Jardín de Infantes del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata; una cálida jornada que conjugó a las familias, directivos, cuerpo docente, auxiliares y a los indiscutibles protagonistas de la tarde: los alumnitos y la alumnitas. Todos juntos celebrando el cierre del proyecto institucional de literatura, desarrollado a lo largo del año 2025.
El encuentro comenzó con las palabras de bienvenida de la directora del Jardín, Ana Raimondi, quien invitó a compartir un momento especial en “nuestro querido club”, poniendo en valor el camino recorrido por las infancias durante el ciclo lectivo.
En su mensaje, Raimondi destacó el rol fundamental de la literatura en el Nivel Inicial, señalando que los cuentos son una puerta de entrada al lenguaje, la imaginación y la expresión de emociones. A través de las historias, los niños y niñas se acercan al mundo de la lectura de manera placentera, aprendiendo a escuchar, a imaginar y a disfrutar de cada relato.
Durante el año, las tres secciones del Jardín trabajaron distintas versiones de cuentos tradicionales, y en esta oportunidad los protagonistas fueron “Los Tres Chanchitos”. A partir de este clásico del patrimonio cultural y literario infantil, lobitos y lobitas compartieron una reversión que reflejó no solo aprendizajes, sino también crecimiento, creatividad y sensibilidad.
La propuesta pedagógica permitió fortalecer el lenguaje oral, la comprensión lectora y la imaginación, al mismo tiempo que promovió valores esenciales como el esfuerzo, la responsabilidad, la cooperación y la aceptación del otro. Todo ello se expresó a través de una muestra de expresión corporal, con elementos escénicos que llenaron el espacio de alegría y ternura.
El cierre llegó con una coreografía compartida entre docentes y los pequeñines, que despertaron sonrisas, aplausos y emoción entre los presentes.
Finalmente, el profesor de Educación Física estuvo a cargo de la despedida y los agradecimientos, poniendo el broche final a una jornada cargada de afecto, orgullo y celebración por una etapa que se cierra y deja huellas para siempre.
