Fútbol Profesional

“Gimnasia me crió como persona y me ayudó a superarme”

La Plata, 16/8/2020

Por: GELP

En 2011 Cocimano llegó al Bosquecito con un bolso lleno de goles y ganas de divertirse junto a una categoría 2000 con la que arrasó futbolísticamente, cosechando títulos y amistades que continúan hasta la actualidad. Con el salto a Juveniles se convirtió en la punta de flecha de una camada que desde hace mucho tiempo es foco de atención por el caudal de talento y potencial que tiene.

Imagen de la novedad

A los 16 años una lesión frenó transitoriamente su carrera y, aunque pudo haber sido el fin, experimentó una madurez que, acompañada del apoyo de su familia, sus amigos y del entrenador Rodrigo Roselli, lo ayudó a salir adelante. Volvió más fuerte que nunca, realizó pretemporada con Primera, se puso la camiseta de la Selección Juvenil, marcó más de 50 goles en la etapa formativa, firmó su primer contrato y el 15 de febrero de 2020 Diego Maradona lo mandó a la cancha ante Rosario Central para sumar sus primeros como jugador profesional. Hoy, a los 20 años, representa una de las variantes en el frente de ataque del plantel superior.

¿Qué tipo de delantero considerás que sos?

Soy un 9 de área que se caracteriza por el juego físico y muy optimista a la hora de ir en busca del gol. Creo que una virtud que tengo es la forma en que me muevo en el área, siempre intento estar en el lugar y momento justo. Trato de no relajarme y siempre mejorar en todos los aspectos, desde el salto hasta la técnica.

¿Quiénes son tus principales referentes en el fútbol?

Sigo mucho el fútbol europeo, y mis principales referentes son Cristiano Ronaldo y Zlatan (Ibrahimović), intento copiar de ellos el profesionalismo que los llevó a estar en el top 3 de mejores delanteros del mundo y en la elite del fútbol. A veces busco videos de ellos, también de Icardi, para analizarlos y ver cómo se mueven.

Pensando en tus inicios en el Club, ¿cuál es el momento que mejores recuerdos te trae?

Creo que en Prenovena, por 2012 o 2013, cuando estuvimos con Sebastián Barclay. Teníamos un grupo muy lindo, compartíamos mucho tanto adentro como afuera de la cancha. Ese año jugábamos en LISFI  y salimos campeones de tres torneos siendo invictos. Yo disfruto mucho de ser profesional, pero en esa época de infantiles era muy lindo jugar con amigos, divertirse sin que nos importara el resultado. Ganábamos porque jugábamos bien y teníamos un buen equipo pero éramos chicos que jugaban para divertirse. De los que siguen jugando, en ese grupo estaban Néstor García Martinoli, Matías Miranda, Bautista Barros Schelotto, Tomás  Cataldi.

¿Cuál fue ese momento complicado que te tocó vivir en Juveniles?

En enero de 2016, con edad de Séptima tuve una subluxación de rótula en la rodilla derecha de la que tardé un mes en recuperarme. En ese momento el médico me dijo ‘o empezás a entrenar la rodilla o se te va a volver a salir.’ Yo tenía 16 años, no le dí bola y pasó lo que me dijo, en un partido contra Defensa y Justicia me luxé la rótula, me tuvieron que operar y estuve 10 meses parado.

No sé si fue por la lesión o porque a esa edad maduré, pero lo más importante que me pasó fue que a partir de ese momento empecé a entrenar bien, cosa que yo antes odiaba. Le encontré el gusto a entrenar, empecé a ir al gimnasio al punto que hoy no voy un día y siento que me muero. Creo que si no hubiese hecho ese clic, no me habría recuperado nunca de la lesión y al día de hoy seguiría teniendo problemas. Tuve ese clic de decirme a mí mismo ‘empiezo a entrenar, a cuidarme con las comidas.’

¿Qué sentís que te brindó Gimnasia desde tu llegada?

Es difícil decirlo en pocas palabras pero la verdad es que Gimnasia me crio como persona, toda mi infancia, mi adolescencia, esos momentos en los que crecés como persona, los viví adentro del Club. Con buenos y malos momentos, me brindó la posibilidad de superarme, de crecer.

La persona más especial que me dio el club fue Miranda. Con Matías tenemos una relación muy rara, somos amigos a muerte, si me tengo que salir a pelear por él con tres monos, voy, pero no estamos todo el día hablando, no nos juntamos tanto [enrte risas]. Jugamos juntos y somos amigos desde hace 10 años, y tenemos muchas cosas en común: fuimos juntos a la Selección, debutamos juntos en Reserva, estábamos cenando juntos cuando nos enteramos que subíamos a entrenar con Primera. En cuanto a los entrenadores siempre nombro a Rodrigo Roselli como el más importante que tuve porque me ayudó en el momento de la lesión, él tiene un trato muy cercano al jugador. El Coco (San Esteban) también es un fenómeno y muy motivador, él también fue muy importante.

¿Qué recordás de tu salto a Primera?

Lo viví muy tranquilo, me ayudó mucho mi familia, traté de disfrutarlo y no volverme loco. Disfruté de ver a la gente, a mis compañeros, cuando no entraba miraba a los titulares y no me enojaba sino que pensaba ‘qué lindo estar acá.’ El grupo me hizo sentir parte del grupo y ahora trabajo para ganarme el puesto.

Te toca compartir plantel con Ivo Mammini, con quien formaste una buena sociedad en Reserva. ¿Cómo fue jugar con él y cómo lo ves en la actualidad?

Con Ivo nos entendemos muy bien tanto dentro como fuera de la cancha, y además de jugar juntos en Reserva hicimos dupla algunos minutos en Copa Argentina. Es raro ver un chico que a tan corta edad haya logrado tantas cosas y sea tan centrado, que todo el tiempo tenga ganas de aprender, no se relaje y no intente llamar la atención. Tiene una madurez muy grande y creo que eso le ha permitido lograr todo lo que logró hasta ahora. Ojalá podamos seguir jugando juntos en Primera, asisiténdonos y haciendo goles.

Teniendo en cuenta el futuro, ¿qué objetivos tenés trazados?

Mi meta ahora es ganarme un puesto y sumar la mayor cantidad de minutos posibles con esta camiseta, estoy 100% concentrado y mentalizado en eso.

Más noticias

Noticias relacionadas

Más noticias de este deporte