Sabemos que el bienio 2020-2021 fue un tiempo en el que todas, todos y cada uno de quienes habitamos la escuela tuvimos el deber de repensar nuestro trabajo, tanto dentro del aula como fuera de ella. La escuela no volvió a ser la misma, pero no hay nostalgia en esto: fueron cambios que motorizaron nuevas ideas, nuevos horizontes y nuevos logros. Fue así que en este tiempo todo el personal de la escuela se puso al servicio para hacer de nuestra institución un espacio seguro, de cuidado y afecto. Las y los docentes tuvimos la difícil tarea de repensar nuestras formas de enseñanza y junto con las alumnas y alumnos y sus familias pudimos crear un aula propicia para aprender, crear  y divertirnos a pesar de la complejidad de los tiempos.

Hicimos escuela frente a la adversidad y este trabajo conjunto dio frutos; uno de ellos es la originalidad. Somos originales pero no por no ser copia o imitación de otra cosa, sino porque las circunstancias nos hicieron pensar situadamente, en un contexto que siempre es único y a veces dificultoso. Pensamos desde y para nuestra escuela, desde y para cada una de las aulas que la componen y cada alumna y alumno que la habita.

Celebremos entonces, luego de tanto esfuerzo, que todo el año pudimos escuchar la palabra viva, que sale de un cuerpo, de muchos cuerpos. Porque cuando estamos con los otros, entre los otros, el cuerpo dice con sus gestos lo que las palabras no alcanzan a significar.  Y como el pensar no está separado del sentir, celebremos también que Argentina es campeón del mundo y eso nos moviliza profundamente: tenemos un pensamiento afectivo y un sentimiento intelectual, y nuestra educación se apoya en estas dimensiones, porque, como supo decir Simón Rodríguez, el maestro de Simón Bolívar: “lo que no se hace sentir no se entiende y lo que no se entiende, no interesa”.

Este 2022 es un cierre y una apertura, un final abierto. Es inicio, reinicio, es frenar para volver a seguir andando, es un nuevo comienzo en donde el desafío es y será trabajar en equipo, frente a todo pronóstico, para seguir haciendo historia.

¡Felices Fiestas y Felices Vacaciones a toda la comunidad de la Escuela Dr. René G. Favaloro!